Libertad, ¿Quién no desea tenerla? Todos procuramos tener libertad. Libertad en las finanzas, en la salud, en el trabajo, en nuestras relaciones, en todo. La libertad es la facultad que tiene el ser humano para obrar según su inteligencia o sus deseos, es disfrutar de no estar prisionero, es sinónimo de confianza, franqueza, independencia. La libertad es un derecho que se le otorga a cada persona, pero que lamentablemente no todos hacemos uso de tal derecho.
La verdadera libertad no consigue cuando nos
independizamos de nuestros padres, cuando nos liberamos de un hombre o de
una mujer, cuando sacamos nuestra identidad personal de mayoría de edad, o
cuando hacemos lo que deseamos aun sin importar atropellar a los demás. La
verdadera libertad no se conquista dependiendo de las circunstancias en que
vivimos, se
conquista en nuestro corazón y se manifiesta en nuestra manera de vivir. Nuestra vida misma evidencia que tan libres o que tan
prisioneros somos. La
verdadera libertad definitivamente no se compra, no te la otorga nadie, sino
que la decides tú mismo cuando dejas que Dios obre en tu corazón. En Juan 8:36
Jesús dijo: Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son
verdaderamente libres.
Solo JESUS
tiene el poder de hacernos VERDADERAMENTE LIBRES ¡!!Bendiciones
y Feliz Navidad!!!
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