¡Cuán difícil es no enojarnos! ¡Cuán difícil es mantener una actitud positiva frente a los que nos lastiman! Es como si fuéramos una pastilla efervescente dentro de un vaso de agua, hasta no quedar CONSUMIDOS no dejamos de hacer ebullición. El enojo, no importa cuál sea la causa, no lastima tanto a los demás como nos lastima a nosotros mismos, por esta razón se hace necesario encontrar un medio de sacarlo de nosotros tan pronto como llega.
¿Te has preguntando como lo hacía Jesús? ¿Cómo no se reveló contra aquellos que le negaron, que lo acusaron, que lo escupieron, que lastimaron su cuerpo, que se burlaban de Él, que le dieron la espalda, que negaron ser sus amigos, con los que le dieron muerte? ¿Dónde dejó Jesús su enojo? EN LA CRUZ. En Lucas 23:34 aun estando crucificado Jesús dijo: Padre, PERDÓNALOS, porque no saben lo que hacen.
Cada vez que te sientas enojado, cada vez que te sientas lastimado, que sientas que vas a bullir (agitarte desordenadamente), CORRE AL MADERO DE LA CRUZ y descarga todo tu enojo allí Y COMO JESÚS, ora al Padre diciendo: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. Luego baja del madero con la mejor de las actitudes, DISPUESTO A REGRESAR POR ELLOS, ASÍ COMO LO HIZO JESÚS.
Oración: Señor, gracias por ser NUESTRO MEJOR EJEMPLO. Ayúdanos a imitarte cada día y en cada momento. En el nombre de Jesús, amén.
Anibal e Iverka Burgos