Impotencia… ¿Quién no la ha sentido alguna vez? Todos, en algún
momento de nuestra vida, hemos sido azotados por ese sentimiento que parece
sepultarnos en la más profunda de las frustraciones y que nos invita a desistir
de aquello que una vez soñamos, deseamos o quisimos.
Ella, nos hace sentir como seres
miserables, sin capacidades para alcanzar nuestros objetivos y cuando logra
invadir nuestra mente y nuestro corazón, nos encarcela haciéndonos incapaces
siquiera de pensar que más allá de eso, hay una
posibilidad para seguir adelante, de seguir intentándolo una y otra vez. No te des por vencido, no permitas que la impotencia domine las
circunstancias y mucho menos tu vida.
Después de cada fracaso, se abre una nueva posibilidad, una nueva oportunidad para alcanzar aquello que tanto anhelas. Es cuando la impotencia aparece, el momento preciso en donde Dios hace las cosas posibles para ti. La Biblia dice en Lucas 18:27 "Lo que es imposible para el hombre, es posible para Dios". Para Dios no hay nada imposible, yo personalmente lo creo. Si deseas, date una nueva oportunidad, únete a Dios y pelea la buena batalla hasta lograr vencer al gigante que esta frente a ti.
Después de cada fracaso, se abre una nueva posibilidad, una nueva oportunidad para alcanzar aquello que tanto anhelas. Es cuando la impotencia aparece, el momento preciso en donde Dios hace las cosas posibles para ti. La Biblia dice en Lucas 18:27 "Lo que es imposible para el hombre, es posible para Dios". Para Dios no hay nada imposible, yo personalmente lo creo. Si deseas, date una nueva oportunidad, únete a Dios y pelea la buena batalla hasta lograr vencer al gigante que esta frente a ti.
Recuerda que Dios y tú siempre serán mayoría.
Bendiciones
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