jueves, 1 de agosto de 2013

¿Estás cansado?

La pregunta parece ajustarse e inquietarnos a todos. ¿Quién no está cansado en este mismo instante de algo? Quizás de tu trabajo, de tu familia, de hacer malos negocios, de intentar algo sin ver los resultados que esperas. Podrías incluso estar cansado de ti mismo, de cómo eres, de cómo luces, de cómo te comportas, o porque no, podrías estar cansado de todo o de todos los que te rodea. Podrías en esos momentos querer marcharte a un lugar del mundo donde nadie te conociera y donde las cosas fueran diferentes a las que tienes que vivir diariamente.

Cuantas veces nos hemos sentido así. Muchas diría yo. Creo que la expresión más adecuada para definir ese momento es: “Estoy cansado de Todo”. Es justo en ese punto de tu vida donde volver a intentarlo, luchar más, orar, tomar consejos o darlos, pedir oportunidades o darlas, parece ser en vano. Sin embargo debo decirte que rendirse no es de valientes, porque los valientes como tú siempre consideran posible que el próximo intento sea la GRAN OPORTUNIDAD de ver las cosas cambiar.
Gálatas 6:9 dice: “Así que no nos cansemos de hacer el bien porque, si seguimos haciéndolo, Dios nos premiará a su debido tiempo. Hoy quiero retarte a no cansarte de luchar, a no cansarte de entregarte por los demás, a no cansarte de dar nuevas oportunidades (incluso a ti mismo), a no cansarte de hacer lo correcto, a no cansarte de hacer el bien, porque llegará el momento, el oportuno y reconfortante momento, en donde Dios premiará tu perseverancia. Dios nunca se rinde, nunca deja de intentarlo, nunca deja de dar oportunidades. No lo hizo contigo, ni nunca lo hará. Entonces, ¿Por qué no hacer lo mismo con los demás?

Declara el día de hoy como un día de nuevas oportunidades. Para tu esposo, para tus hijos, para tu jefe, para tus amigos o para ti mismo, y verás que cuando lo hagas el mundo te sonreirá. Dios te bendiga siempre…
Anibal e Iverka Burgos

No hay comentarios:

Publicar un comentario