miércoles, 8 de diciembre de 2010
HACIENDO LA DIFERENCIA
lunes, 6 de diciembre de 2010
Le pertenezco a Dios
Cuando me ejercito, me gusta escuchar música para hacerlo más divertido. Tengo de todo tipo, tanto movida para algunas ocasiones y suave para cuando me siento en esa onda, pero por lo general toda música cristiana. Ella no solo me proporciona diversión, sino que motiva a mi cuerpo impregnándole energía y a mi alma a exaltar a Dios. Ese tiempo lo aprovecho no es solo para mantener en forma mi cuerpo sino también mi alma.
Una joven con quien corrí en una ocasión, me convenció de grabar alguna música que aunque no es cristiana, tiene un ritmo movido y contagioso. El viernes pasado decidí que iba a escucharla para hacer algo diferente a lo acostumbrado y al hacerlo, me sentí literalmente como un pez fuera del agua. Esa música solo sonaba en mis oídos, pero no sintonizaba con mi corazón, con lo que yo soy.
La biblia dice en Isaías 43:1 Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.
Pertenecerle a Dios no es solo decir que El es nuestro dueño, sino también sentir que lo es. Hace 16 años decidí que le pertenecería a Dios y el viernes pasado me sentí aún más segura de ello. Al cambiar de música volví a ser yo misma, con esa simple acción comprobé que todo lo que soy le pertenece a Dios. No fue la música lo que marcó la diferencia, fueron las letras que estaban en ellas. Mi cuerpo se movía, pero mi alma continuaba en silencio.
Dios no solo quiere que estés consciente de que El es tu creador, también quiere que lo estés de que El es tu UNICO DUEÑO. Recuerda siempre que TU LE PERTENECES al REY.
Oración: Señor, hoy rindo mi vida y mi voluntad a ti. Declaro que eres mi Dios. Soy tu hijo, tuyo soy Señor. En el nombre de Jesús, amén.
Anibal e Iverka Burgos
jueves, 2 de diciembre de 2010
En medio de los Imposibles… ¿En quién creer?
Durante 11 largos años mi esposo y yo esperamos por una hermosa promesa de Dios. Cada año que transcurría parecía confirmar mucho más las expectativas de nuestros adversarios o acusadores. Con frecuencia se les oía decir: ¿Dónde está su Dios? ¿Cómo aún siguen creyendo en El? Restregarnos en la cara una y otra vez que Dios no nos era fiel parecía ser un gozo para muchos, sin exceptuar a algunos partes de la familia.
Fue duro escucharlos, cuanta tristeza en nuestros corazones. Queríamos hacerlos cambiar de su concepto errado sobre Dios, pero nuestras respuestas no poseían fundamentos ni evidencias. Dios parecía habernos fallado.
El 07 de Abril del año 2003 a las 8:12am ¡Llegó la tan esperada Promesa! El tiempo de espera se había cumplido. En la sala de partos de una clínica de la ciudad de Santiago, de 8 libras y 52 cm nació nuestro tan esperado regalo, Alejandro, evidencia que puso en alto el nombre de Nuestro Dios, y dejó en total vergüenza a todos aquellos que negaron Su Poder.
Isaías 49:23b dice: “y conocerás que yo soy Jehová, que no se avergonzarán los que esperan en mí”. Dios es un Dios de Pactos y de Promesas, El es y será siempre fiel. EN MEDIO DE LOS IMPOSIBLES tienes dos opciones: Creerle a los demás o creerle a Dios. Si optas por creerle a Dios te aseguro que no serás avergonzado.
Oración: Señor, gracias porque Tú eres Nuestro Dios y no otro. Enséñanos y ayúdanos a siempre en toda circunstancia a esperar en ti. En el nombre de Jesús, amén.
Anibal e Iverka Burgos
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Sendas Seguras
Ciego no solo se refiere a lo que el concepto invidente significa (privado de la vista), sino que este término se refiere también a otras condiciones por las cuales un individuo podría estar atravesando. Se denomina ciego, una persona ofuscada o incapacitado para pensar con claridad (no sabe que la engaña porque el amor la ha vuelto ciega) Poseído o dominado por un sentimiento o por una inclinación fuerte: (ciego de ira)
¿Se ha dado cuenta cuan diligentes somos cuando nuestra vista física se ve afectada por cualquier agente que pueda amenazar con dejarnos ciegos? ¿Qué pasaría si fuéramos igual de diligentes cuando nuestros sentimientos o nuestras acciones nos están conduciendo a la ceguera emocional o espiritual?
Por mucho tiempo tanto el pueblo de Israel como muchos de nosotros anduvimos con ciegos, desechando los consejos de Dios y guiándonos por los nuestros. Pero aún así Dios no nos ha dado la espalda nunca. En Isaías 42:16 el Señor dice: Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé.
¿Estás cansado de andar sin dirección, sin rumbo fijo? Dale hoy la oportunidad a Dios de guiar tu vida por nuevas sendas. Déjalo guiarte a puertos seguros donde podrás gozar de su paz, de su amor, de su bondad y de su misericordia. Tómate de la Su Mano y camina confiado a Su lado, EL SIEMPRE te conducirás por SENDAS SEGURAS.
Oración: Gracias Señor porque contigo puedo caminar confiado. En el nombre de Jesús, amén.
Anibal e Iverka Burgos