miércoles, 8 de diciembre de 2010

HACIENDO LA DIFERENCIA


¡Help, Help! ¡Auxilio, Auxilio! Se escuchaba una voz en tono muy bajo un condominio de Miami donde residía una mujer de nacionalidad cubana. Ella, apenas podía escucharla, pero le era imposible reconocer de donde procedía. Podía hacerse de la vista gorda como todos los demás en el enorme residencial, pero algo más fuerte que ella se resistía a hacerlo.
¿Qué hacer? Se preguntó a sí misma, con temor de salir de su vivienda e involucrarse en un problema como sucede en países como ese. Agotando todo recurso por tratar de identificar de donde procedía la voz, que se hacía cada vez menos imperceptible, decidió llamar al 911 identificándose y explicándoles la situación. Al llegar el equipo de emergencias encontraron en una casa a pocos metros de la suya, un anciano quien se había caído de la cama sin poderse parar. Todos tras rescatar al hombre, felicitaron la iniciativa de aquella mujer porque se había atrevido ha hacer lo que la mayoría no se atreven.

La Biblia dice en Mateo 5:7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. 
¿Sabías que cada día hay nuevas oportunidades para hacer uso de la misericordia? Observa a tú alrededor y veras que el mundo está rodeado de personas que la necesitan. Cuando la brindes, estarás haciendo un ahorro de la misma en el banco del cielo. Al ayudar a alguien comprobaras que te sentirás extremadamente bien de haberlo hecho. Esto reflejara que Cristo habita en ti. Hoy es un buen día para HACER LA DIFERENCIA.

La misericordia muchas veces nos exige hacer cosas que otros no se atreverían a hacer, pero también nos proporciona cosas que otros no están listos para recibir.

Oración: Señor, ayúdanos a ser misericordiosos para parecernos cada día más a ti. En el nombre de Jesús, amén.


Anibal e Iverka Burgos

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