Ajustarse a un cambio de plan cuando ya se tiene uno, es difícil. Imagina que tengas todo un año planeando tus vacaciones en Disney World pero un mes antes tus padres deciden que la pasaran mejor en casa de los abuelos. ¡Que decepción! No podía ser peor, pensó Andrea. “Que locura la de mis padres”, preferir ir a casa de los abuelos, en lugar de ir a disfrutar de las tan maravillosas y excitantes vacaciones que habían planeado. Lo que Andrea de 10 años desconocía era que ese sería el último verano que vería a su abuela, y que ella sería el instrumento a través del cual su abuela recibiría a Jesús en su corazón para muy pronto partir hacía la vida eterna.
Pedro, había vivido toda su vida como pescador, ¿Cómo se le ocurría a Jesús pedirle que lo dejara? ¿Cómo cambiar su oficio y sus planes de la noche a la mañana? No se trataba de unas simples vacaciones, se trataba de su futuro. Su vida tomaría un giro inesperado, el cual no sabía como iba a resultar, pero al aceptarlo comprobó que su vida resultó ser mejor que nunca, ya que resultó ser una VIDA CON PROPÓSITOS ETERNOS. Lucas 5:10: Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
Cuando Jesús nos pide hacer cambios en nuestra vida, muchas veces nos llenamos de temor y de decepción. Creemos que rendir nuestros planes por los de El, podría resultar una locura, sin embargo, todos los que lo han hecho, han resultado mucho más beneficiados después de hacerlos, así lo comprobó Andrea al cabo de los años.
***LOS PLANES DEL DIOS TIENEN TRANSCENDENCIA EN LA ETERNIDAD***
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