¿Qué hace usted cuando tiene una necesidad y no tiene como suplirla? Generalmente lo que hacemos es recurrir a alguien que nosotros entendemos nos puede ayudar a suplir esa necesidad. Sin embargo, no podemos negar que por más confianza que tengamos con ese alguien, no deja de ser una situación embarazosa tener que pedir.
Este sentimiento puede deberse a dos razones principales: 1. Porque no sabemos cómo va a pensar o reaccionar a quien le pedimos y 2. Porque nuestro orgullo puede estar poniéndose de manifiesto.
En los Salmos 2:8 Dios dice: Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra. A Dios podemos recurrir con confianza y sin temor al qué dirán, porque aunque para algunos hombres pedirles es una molestia, PARA DIOS ES UN PLACER. El anhela darnos más de lo que nosotros pedimos o anhelamos.
Oración: Señor, gracias por tu bondad en nuestras vidas. Tú eres y serás siempre BUENO. En el nombre de Jesús, amén.
Anibal e Iverka Burgos
No hay comentarios:
Publicar un comentario