¿Has llenado uno de esos test personales que salen en las revistas? A las mujeres y a algunos hombres (aunque sin que nadie los vea) nos encanta hacerlo, pero siendo honestos no siempre somos tan sinceros al llenarlos. A veces si después de completarlo vemos que el resultado es malo, comenzamos a considerar cambiar algunas respuestas con tal de que este resultado pueda hacernos sentir mejor y hacernos lucir mejor frente a otros, aunque no sean la realidad.
Las respuestas que nos vienen a la mente como primera opción suelen ser las que generalmente revelan lo que somos, distorsionarlas refleja lo que queremos ser.
Romanos 12:3 dice: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado. ¿Cuál es el concepto que tienes de ti mismo? No tratemos de impresionar a otros o a nosotros mismos con algo que no somos, vamos a tratar de cultivar nuestras virtudes y a enmendar nuestros defectos, solo así sabremos quienes somos realmente y nos aceptaremos para ser feliz con nosotros mismos.
Oración: Señor, te alabamos hoy y siempre. Ayúdanos a ser sinceros con nosotros mismos para pensar correctamente sobre quienes somos. En el nombre de Jesús, amén.
Anibal e Iverka Burgos
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