En ocasiones, cuando somos desafiados por alguien que entendemos es más poderoso que nosotros, no lo enfrentamos por temor de lo que pueda hacernos, por ello, se aprovecha de nuestras debilidades y nos ataca por nuestro punto más vulnerable, hasta conseguir acorralarnos o derrotarnos. Sin embargo aunque esto suceder con frecuencia en el mundo físico, en el mundo espiritual PODEMOS SER MUCHO MÁS PODEROSOS que cualquiera de nuestros enemigos.
Mira lo que dice Josué 23:10 y te darás cuenta de lo que te hablo: “Un varón de vosotros perseguirá a mil; porque Jehová vuestro Dios es quien pelea por vosotros, como El os dijo”. En su ataque, nuestro oponente solo puede vernos a nosotros, pero nosotros sabemos que Dios está a nuestro favor.
Hoy aprendí una gran lección; puedo perder muchas batallas físicas, pero puedo ganar muchas más en el mundo espiritual. En fin, aunque nuestro enemigo crea vencernos, hace más de dos mil años que FUE VENCIDO POR QUIEN VA DELANTE DE MÍ, POR ESTA PODEROSA RAZÓN, no tengo porque preocuparme, aunque parezca que perdí.
Oración: Señor, gracias porque Tu peleas siempre por mí. En el nombre de Jesús, amén.
Anibal e Iverka Burgos
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