Todo en la vida tiene un antes y un después. Antes de nacer, después de nacer, antes y después de terminar el colegio, la universidad, de casarnos, de tener niños, de un accidente, en fin, toda nuestra vida se circunscribe en esos dos tiempos “Antes y Después” y esto nadie puede cambiarlo por más que se esfuerce, pero con lo que si podemos trabajar en la mayoría de las ocasiones es en optar por cambiar cual puede ser la respuesta en esos dos tiempos.
Antes mi idea del matrimonio según los comentarios de mucha era la tumba, el fin, la peor decisión. Esas hipótesis se convirtieron en posibilidades después de casarme, divorcio parecía ser la única opción, pero luego descubrí la opción más conveniente para todas las cosas: “CRISTO”. Si no hubiese tomado a CRISTO por opción, no me hubiese dado la oportunidad de vivir los mejores años de mi vida. 18 años han transcurrido y aunque han tenido sus altas y sus bajas, JESUS siempre ha estado de nuestro lado porque lo hemos puesto por estandarte de nuestras vidas y de nuestra relación.
La Biblia declara en 1 Pedro 2:10: “Vosotros que EN OTRO TIEMPO no erais pueblo, pero ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia”. El antes del hombre sin Dios no significa nada, pero después de Dios TODO COBRA SENTIDO.
Oración: Señor, gracias porque tu has cambiado nuestras vidas para bien. En el nombre de Jesús, amén.
ANIBAL E IVERKA BURGOS
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