A LOS PIES DE CRISTO

Hace algunos días, mientras pensaba en las tantas cosas que nos se agobian, consideré de algo y deseo compartirlo con ustedes. Estamos siendo tan bombardeados de malas noticias que NECESITAMOS ENCONTRAR UN REFUGIO. Sí, es así, un lugar donde haya paz, seguridad, donde podamos ser nosotros mismos. Un lugar donde podamos reír olvidando lo que nos rodea, un lugar donde encontremos delicia.

Una mujer desesperada por la forma de vida que llevaba salió en busca de ese refugio. En su búsqueda desesperada, encontró lo que buscaba. Llegó a un lugar que estaba repleto de personas, pero su atención se enfocó en UNA SOLA PERSONA. Ella descubrió entre todas las personas que EL ERA EL ÚNICO que podía resolver su situación. Allí en una silla junto a los demás comensales estaba JESÚS y ella sin pensarlo dos veces se postró a sus pies y derramando un frasco de perfume. Sus lágrimas caían a los pies de Jesús y con sus cabellos enjugaba Sus Pies, Los Pies de la persona MAS NOBLE, AMOROSA Y COMPASIVA que ella jamás había conocido. No se cansaba de besarlos, cuanta delicia había en aquel lugar.  Aquel lugar se había convertido en su refugio. Ella estaba absorta, y no era para menos, allí estaba EL SALVADOR!!! Sólo había una cosa que ella quería hacer y esa había escogido: ESTAR A LOS PIES DE CRISTO.

*(Lucas 7:37: Y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.)*

Allí sus pecados no importaban, su pasado tampoco y mucho menos la opinión de sus acusadores. Bastaba sólo una cosa: ella estaba a los pies de aquel frente al

cual podía ser ella misma.

Hoy quiero invitarte a que vayas a sus pies, a los pies de aquel que puede darle un giro de 360° a tu vida, a los pies de aquel que puede cambiarlo todo. Corre hoy a

los pies de Cristo. 

Dios te bendiga y que tengas un excelente día

Anibal e Iverka Burgos