Mario estaba tratando de convencer a un grupo de amigos sobre la no bondad de Dios. Mientras aun hablaba, Roberto, su amigo, se paró en frente de él comiendo unas naranjas. -¡Uhmm! decía mientras las saboreaba, y luego le preguntó ¿verdad que están ricas y dulces? - ¿Cómo voy a saberlo? contestó Mario, ni siquiera las he probado. -Por eso no sabes lo bueno que es Dios, porque aún no lo has probado, espera a probarlo y luego hablamos.
Por mucho tiempo, ignoré el llamado de Dios en mi vida y aunque creía en Dios, consideraba que era de tontos seguir una corriente que solo se basaba en el concepto de que Dios es bueno y que todo lo que El hace lo es también. No podía entender como las personas podían dedicarse a adorar con tanta devoción a Alguien a quien no veían y a esperar en Sus Promesa. Todo eso para mí eran cuentos de hadas, pero todo cambió, y me uní a esa misma corriente, el día que encontré EL TESORO DE SU AMOR.
Mateo 13:44 dice: El reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de Nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. Hoy entiendo que puedo tener muchas cosas valiosas en la vida, pero nada se compara con haber encontrado y haberme decidido por Jesús. EL ES MI TESORO MÁS VALIOSO. Seguro estás de acuerdo conmigo, si no lo estás, es porque aún no lo has encontrado, cuando lo hagas, lo comprobarás.
Oración: Señor, Tú te has convertido en mi razón de ser. Gracias por haberme aceptado como tu hija. En el nombre de Jesús, amén.
Anibal e Iverka Burgos
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