A lo largo de nuestra vida hay algunos hechos que suceden sin darnos cuenta, mientras que muchos otros parecen durar una eternidad para que sucedan. Seguro que al igual que yo has en una sala de espera. Esperar para tener mi casa, mi carro, mis hijos, mi esposo, que mi esposo cambie, irme de vacaciones, esperar, esperar, esperar… TODO SE TRATA DE ESPERAR, pero esa NO ES TAREA FÁCIL más aún cuando no tienes la seguridad de que lo que esperas sucederá o no.
Cuando era una niña soñaba con ser adulta para maquillarme, subirme a unos tacones, arreglarme el pelo, salir cuando quisiera, trabajar, casarme entre otras cosas; esas cosas lucen atractivas y buenas a la edad de 12 años, pero esperar que llegue el momento te causan mucha ansiedad. Hoy estas cosas ya son historia, pero por más que me ansié o me desesperé me di cuenta que ellas sucedieron en el tiempo que debían suceder, y solo me bastó esperar.
La Biblia dice en Eclesiastés 3:1 EN ESTA VIDA TODO TIENE SU MOMENTO; HAY UN TIEMPO PARA TODO. Nuestras ansiedades y nuestras preocupaciones no pueden cambiar el plan perfecto que Dios ha diseñado para nosotros. Dios tiene tu vida y la mía diseñada y programada de modo que todo ocurra en el tiempo perfecto de Él. De ahora en adelante cuando te embargue la ansiedad y te preguntes ¿Y Cuándo será? Ofrécele como respuesta: SERÁ EN EL TIEMPO PERFECTO Y PRECISO DE DIOS.
Oración: Señor, gracias porque tú tienes un tiempo para cada cosa en mi vida. En el nombre de Jesús, amén.
Anibal e Iverka Burgos
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