En las filas de un proceso electoral, una mujer muy amable y conocida de la familia se acercó para saludarme. Durante nuestra amena conversación, ella comenzó a hablar de alguien a quien amo con todo mi corazón, de mi papá. Sus comentarios eran aceptables al principio, pero luego fueron tomando otro rumbo según su apreciación personal y cuando esto sucedió la interrumpí para decirle: “Señora, respeto su opinión, pero solo deseo recordarle que esta hablando de mi padre, a quien amo a pesar de lo que usted pueda pensar, y eso nada lo podrá cambiar.”
En Juan 9, la Biblia relata como los fariseos interrogan a un hombre que era ciego de nacimiento a quien Jesús había sanado. Estos hacían comentarios despectivos sobre Jesús y le llamaban pecador, incapaz de hacer milagros, a lo que el ex-ciego contestó: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo. (Juan: 9:25).
Quizás muchos no tengan el mismo concepto que tienes tu sobre Jesús, pero si le amas mucho estoy segura que podrás sostener en todo momento tu opinión sobre El. Hoy me siento más orgullosa de ser su hija, por a pesar de lo que otros puedan pensar de El, solo una cosa sé, antes era ciega y ahora veo, antes estaba perdida y ahora el me encontró, antes no
tenia esperanza y hoy tengo la mayor de todas, que un día veré su rostro y
estaré en Su Presencia para darle las gracias y Adoranlo por siempre, antes mi
vida no tenía sentido y ahora deseo vivirla para EL.
Oración: Gracias Señor, porque te revelaste a mi vida y desde que te conocí y te acepté mi vida cobró sentido. Jesús, bendigo tu nombre por siempre. Amén.
Anibal e Iverka Burgos
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