¡Sorpresaaaa!

Prácticamente ya nada es nuevo para nosotros. Si vamos a ser premiados, nos lo anuncian de antemano para que preparemos el discurso, ya sabemos de antemano cual es el sexo del bebe, a quien se parecerá, y si el bebe nacerá saludable o no. Todo esto en mi opinión personal nos está conduciendo a vivir hasta cierto punto desmotivados, porque ya lo tenemos todo bajo control, no dejamos nada al factor sorpresa.

¿Alguna vez lo han sorprendido con una fiesta sorpresa? ¿Cómo se siento? Creo que mejor de lo que usted esperaba. Entonces, ¿Por qué no nos permitimos vivir más libremente? Vivir tras el deseo de saberlo todo nos limita de vivir, nos mantiene a la expectativa y nos quita la emoción. Ya estamos tan acostumbrados a saberlo todo que no queremos ni deseamos si quiera ser sorprendidos por Dios, hasta a El queremos tenerlo bajo nuestro control.

En Lucas 1:31 dice: Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. ¿Cómo se habrá sentido María cuando el ángel Gabriel le anunció que estaba embarazada? SORPRENDIDISIMA, pero a la vez estaba a punto de vivir la experiencia más maravillosa que cualquier mujer en la tierra había vivido jamás.

Dios ama sorprendernos, pero necesitamos descansar de nuestro afán de saberlo todo. Deja el control de tu vida y de tus días en Sus Manos y permite que El sea el que llene tu vida de color y de sabor. El quiere cambiar tu cotidianidad y tu rutina para hacerte vivir en una dimensión diferente. Dale la oportunidad a hacer cosas nuevas en ti, si lo haces estás a punto de vivir la más maravillosa experiencia en tu vida.

Oración: Señor, hoy entregamos el control de nuestras vidas a Ti, y te damos lugar para que diseñes el plano de nuestras vidas. En el nombre de Jesús, Amén.

Anibal e Iverka Burgos