El año pasado fuimos de vacaciones en familia. Decidimos ir tras una aventura que nunca antes habíamos tenido y las experiencias fueron maravillosas. Pero durante el viaje sucedió algo que de no resolverse a tiempo, hubiese marcado nuestras vidas de manera negativa para el resto de ellas. Nuestro pequeño tesoro, Alejandro, se extravió por aproximadamente 1 minuto. Solo un minuto bastó para que nuestras vidas se desmoronaran por completo de tan solo pensar que jamás volveríamos a ver a nuestro hijo.
Muchas personas hoy en día viven perdidas aun si darse cuenta. No saben dónde ir, no saben qué decisión tomar, no saben cómo resolver sus problemas, andan sin dirección, a expensas de que alguien con un consejo, muchas veces equivocado, los dirija por y hacia donde deben andar. Hay tantas cosas que hoy en día nos quitan en sentido de dirección y tantas otras que nos conducen por lugares incorrectos, más solo Dios conduce nuestras vidas a lugares seguros y confiables.
El Salmo 25:4-5 dice: Muéstrame, oh Jehová, tus caminos; Enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día. El Señor anhela que pongamos nuestra confianza en Él para caminar por Sus Caminos y por Sus Sendas. SOLO EL tiene el mapa que nos lleva donde están LAS VERDADERAS RIQUEZAS.
Oración: Señor, enséñanos y muéstranos Tus Caminos y ayúdanos a permanecer firmes en ellos. En el nombre de Jesús, amén.
Anibal e Iverka Burgos
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