Salmos 113:7-8 dice: El levanta del polvo al pobre, y al menesteroso alza del muladar, para hacerlos sentar con los príncipes, con los príncipes de su pueblo.
¿Alguna vez has pensado porque Dios te tiene en un lugar tan especial como en el que estas? Te has preguntado ¿Quién soy yo para que El tenga tanto cuidado de mí? A mi me ha pasado.
El salmista comienza este salmos exhortándonos a alabar a ese Dios que tiene cuidado de nosotros sin importar la condición en la que hayamos venido a El y sin tomar en cuenta la cola que traemos arrastrando de nuestra vida pasada. ¿Quién como Jehová nuestro Dios, que se sienta en las alturas, que se humilla a mirar en el cielo y en la tierra? (Vers.5-6)
¿Si a veces hasta nosotros mismos nos humillamos de ver la forma en la que actuamos y sentimos dolor de nosotros mismos, que no será el Señor? Nosotros no somos dignos de que El incline sus ojos para ver nuestra condición, pero El sabe que cada día puede ser un nuevo comienzo para nosotros si así nos lo proponemos.
Hoy quiero decirte que El está dispuesto a levantarte si así lo quieres, porque El es el Único que tiene el poder para hacernos de nuevo. Recuerda que no importa donde te encuentres sumergido hoy, si en la pobreza o en el muladar (lugar de suciedad o corrupción), El está ahí para hacerte sentar en un lugar honorable junto con los príncipes.
Oración: Señor te damos gracias en este día por tus palabras, porque ellas son medicina para nuestros huesos. Gracias por tu cuidado por nosotros y por dignarte a mirar nuestras vidas sin importar lo que haya sido en el pasado. Gracias porque tú haces nuevas todas las cosas. En el nombre de Jesús, amen.
El salmista comienza este salmos exhortándonos a alabar a ese Dios que tiene cuidado de nosotros sin importar la condición en la que hayamos venido a El y sin tomar en cuenta la cola que traemos arrastrando de nuestra vida pasada. ¿Quién como Jehová nuestro Dios, que se sienta en las alturas, que se humilla a mirar en el cielo y en la tierra? (Vers.5-6)
¿Si a veces hasta nosotros mismos nos humillamos de ver la forma en la que actuamos y sentimos dolor de nosotros mismos, que no será el Señor? Nosotros no somos dignos de que El incline sus ojos para ver nuestra condición, pero El sabe que cada día puede ser un nuevo comienzo para nosotros si así nos lo proponemos.
Hoy quiero decirte que El está dispuesto a levantarte si así lo quieres, porque El es el Único que tiene el poder para hacernos de nuevo. Recuerda que no importa donde te encuentres sumergido hoy, si en la pobreza o en el muladar (lugar de suciedad o corrupción), El está ahí para hacerte sentar en un lugar honorable junto con los príncipes.
Oración: Señor te damos gracias en este día por tus palabras, porque ellas son medicina para nuestros huesos. Gracias por tu cuidado por nosotros y por dignarte a mirar nuestras vidas sin importar lo que haya sido en el pasado. Gracias porque tú haces nuevas todas las cosas. En el nombre de Jesús, amen.
Anibal e Iverka Burgos
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