Isaías 62:3 dice: Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo.
Las coronas y las diademas siempre han sido objetos de admiración. Las mismas simbolizan autoridad y belleza. Sus piedras preciosas y generalmente de gran valor atraen las miradas de todos, llegándose a convertir en un bien deseado por muchos.
De la misma manera que estas son admiradas y deseadas, así mismo seremos nosotros en las manos de Dios. SOLO EN SUS MANOS somos esas joyas preciosas, elaboradas de tal manera que los demás tendrán que admirar la obra que EL ha hecho en nosotros.
Llamar la atención de los demás resulta cosa fácil, pero obtener su admiración no lo es. Los demás solo te admiraran y te desearán cuando puedas reflejar lo mejor de lo que Dios ha puesto en ti.
Oración: Señor, te damos gracias por este día. Gracias por tus palabras y por tu amor por nosotros. Te pedimos que moldees muestras vidas para que con ellas podamos dar testimonio de tu vida. En el nombre de Jesús, amen.
Anibal e Iverka Burgos
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