En la vida pasamos por diversas circunstancias, algunas más duras que otras, pero cada una de ellas dejan en nosotros una huella. Pero no se ha preguntado alguna vez ¿Cómo logramos recuperarnos de ellas y seguir adelante? ¿Qué pasaría si cada vez que lo lastiman esas huellas que quedan en su corazón y en su alma sin que pudieran borrarse jamás? Su alma y su corazón llegarían a su límite y a su capacidad de aguante.
Dios nos dotó de sentimientos que son el antídoto para esas situaciones y es necesario que nos ejercitemos en ellos cada día para poder seguir amando y viviendo conforme a su semejanza.
Proverbios 17:9 “Quien pasa por alto la ofensa, crea lazos de amor” y eso fue lo que Jesús hizo cuando estando en la cruz dijo: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Tratemos de imitarlo a El porque nosotros fuimos creados a su imagen y semejanza. Nosotros somos capaces de lastimar a los demás con ligereza, pero también necesitamos ser capaces de perdonar de la misma manera.
Oración: Señor, gracias por tus palabras porque ellas son la que edifican nuestras vidas. Ayúdanos a imitarte en todo. En el nombre de Jesús, amén.
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