miércoles, 28 de julio de 2010

ME LO HACES A MI


Pequeñas cosas pueden hacer una gran diferencia en nuestras vidas. Un beso, un abrazo, una palabra de aliento puede hacer que la vida suya o la de otro tome un rumbo distinto. Pero, aun conscientes de esta verdad, debemos reconocer que somos muy selectivos al momento de ofrecer estas cosas. Es como si tuviéramos un manual donde se describiera con lujo de detalles quien califica para recibir nuestro aprecio, amor, compasión o misericordia.

Jesús dijo: El que a vosotros recibe, a mi me recibe; Y cualquiera que de a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, de cierto os digo que no perderá su recompensa. Mateo 10:40 y 42. Nadie fue capaz de amar a Jesús como El lo merecía, pero a juzgar por su respuesta (Su vida por la nuestra), pareciera ser que estuvo conforme con nuestro amor.

Es probable que no lo hayamos hecho bien desde el principio pero cada día es una NUEVA OPORTUNIDAD de enmendarlo. Cuando haces bien a tu prójimo lo estas haciendo con Jesús, entonces esmérate al hacerlo porque SE LO HACES AL REY.

HOY INTENTA HACER ALGO ESPECIAL PARA ALGUIEN QUE TE REFLEJE A JESUS…

Oración: Señor, gracias porque tu habitas en nosotros. Rogamos que nos ayudes a reconocer tu presencia en los demás sin importar su aspecto ni condición física. En el nombre de Jesús, amen.

Anibal e Iverka Burgos

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