Es sorprendente como la gente puede conducirse por la vida como si sus acciones fueran a pasar inadvertidas para siempre. Nos preocupamos mucho por conducirnos bien mientras somos vistos, pero cuando no, actuamos sin ningún remordimiento. Para ponerte un ejemplo, no nos pasamos en rojo en un semáforo mientras el agente de seguridad está observando, pero cuando no lo vemos en la esquina, pasamos y a veces sin ningún cuidado.
El hombre tiene cualidades que lo diferencian de Dios, porque aunque fuimos creados a su imagen y semejanza, nos limitó de ciertos privilegios que SOLO EL POSEE, uno de ellos es la omnipresencia. No hay nada que podamos hacer que quede oculto ante nuestro Señor, El nos observa todo el tiempo, El está en cada esquina cuando pasamos el semáforo en rojo, en cada vía cuando vamos en sentido contrario, en fin, en todos los momentos de nuestras vidas. No hay ni un instante de tu vida en el cual Dios no esté presente.
El Salmo 7:8 dice: Jehová juzgará a los pueblos; Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia, y conforme a mi integridad. Ninguno de nosotros somos perfectos, en algo fallamos, pero todos podemos esforzarnos cada día para ser mejores. Hoy es un buen día para comenzar a vivir sabiendo que Dios te cuida y te observa TODO EL TIEMPO.
Oración: Señor, gracias porque tú eres bueno, gracias por tus misericordias, porque por ellas cada día puedo comenzar de nuevo. En el nombre de Jesús, amén.
Anibal e Iverka Burgos
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