Una de las tareas más difíciles que
enfrentan los padres es la instrucción de sus hijos. Darles buenas y correctas
enseñanzas en sociedades como la nuestra es un gran reto. Nosotros deseamos que
ellos sean modelos en honestidad, honradez, en respeto, entre otras cosas, sin
embargo, al hacerlo es como si nadáramos contra la corriente, porque
generalmente ellos quieren imitar los malos ejemplos e ir por caminos
equivocados.
Y es que como dijo el Apóstol Pablo,
nosotros siempre deseamos inclinarnos por hacer lo que no es bueno, pero a
pesar de ello, Dios se preocupa por enseñarnos cómo y por
donde andar, tal como nosotros lo hacemos con nuestros
hijos. El Señor nos dice en el Salmos 32:8: Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos.
Así como nosotros esperamos de nuestros
hijos, Dios también desea que nosotros seamos ejemplos para esta sociedad.
Tu y yo podemos
marcar la diferencia en el barrio, la urbanización o la comunidad donde
vivimos, siendo de aquellos que se dejan guiar por
el Padre Celestial. El
sabe lo que es mejor para nosotros, el
sabe cuál es el camino más seguro por donde
andar. Sus enseñanzas estarán de
continuo con TODOS nosotros y Su atención también.
SI NOS
DEJAMOS GUIAR POR DIOS, LLEGAREMOS A PUERTOS SEGUROS SIEMPRE
Oración: Señor, gracias porque Tu eres quien guías nuestros pasos
y ayúdanos a andar por ellos siempre. En el nombre de Jesús, Amén.
Anibal e Iverka Burgos
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