Marcos 1:40-41 dice así: Vino a El un leproso, rogándole le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó y le dijo: “Quiero, sé limpio”.
¿Cuántas veces te has acercado a Dios para pedirle algo, pero teniendo en tu corazón la duda de que El quiera concedértelo? ¿Cuántas veces le has pedido pero pones en duda que El pueda hacerlo?
Imagina por un momento la seguridad de este leproso. El dijo: Jesús, “yo se que si tu quieres hacerlo, puedes limpiarme”. Esa es exactamente la clase de seguridad que debemos tener cuando pedimos algo a nuestro PADRE. Piensa por un momento en aquellas cosas que no has recibido aún. ¿Crees que no las has recibido porque a Dios no le ha placido dártelas o porque tienes dudas de que El pueda dártelas?
No pierdas las esperanzas de aquello que anhelas, sino, aférrate firmemente a la idea de seguir creyendo que Dios tiene la intención de concedértelo y que tiene el poder de hacerlo. Su respuesta a tus peticiones podría ser QUIERO, entonces, no tenemos porque creer lo contrario.
Oración: Señor, te agradecemos por tu magnífico amor y por tu bondad hacía nosotros. Te pedimos que nos ayudes a vivir por siempre creyendo en ti, sin poner en duda tu poder, ni tu misericordia. Gracias Dios en el nombre de Jesús, amén y amén.
Anibal e Iverka Burgos
No hay comentarios:
Publicar un comentario