¿Alguna vez te han admirado o piropeado por algo que hiciste? ¿Cómo te has sentido después de ello? Creo que se tu respuesta, ¡Me siento super bien! y esto es completamente normal. Juan el bautista llevaba mucho tiempo bautizando y era admirado por muchos por las manifestaciones que ocurrían por medio de aquellos bautismos.
Pero cuando llegó el momento de reconocer la obra de quien propiciaba todas las cosas que ocurrían a través de él, supo darle su lugar. Jesús era el autor de todas aquellas maravillas en su vida, y él comprendió que era necesario que su fama disminuyera para que la fama de Jesús creciera. También en nuestras vidas tiene que ocurrir lo mismo que el la vida de Juan, debemos menguar para que las obras de Jesús puedan ser vistas en o a través de nosotros.
¿Cuantas cosas admirables tienes? ¿De cuantas de tus virtudes se admiran las personas a tu alrededor? Es posible que seas un excelente empleado, un excelente padre o madre, un excelente hijo (a), un excelente adorador, un excelente evangelista, un excelente predicador, un excelente músico, pero siempre será necesario reconocer que sin Dios nada de lo que tienes, nada de lo que haces, ni nada de lo que eres sería posible. Permitamos que en cada cosa que hagamos la GLORIA DE DIOS pueda ser admirada.
Oración: Señor, declaramos que Tu eres nuestro Rey, y que sin ti nada podemos hacer. Toma hoy tu lugar en nuestras vidas y permítenos ser humilde para reconocer que si hay algo bueno en nosotros es porque tú lo has puesto. Gracias Dios, en el nombre de Jesús, amen.
Anibal e Iverka Burgos
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